lunes, agosto 20, 2007

Prólogo a La miseria del historicismo

Con el fin de informar al lector de estos resultados más recientes me propongo dar aquí, en unas pocas palabras, un bosquejo de la refutación del historicismo. El argumento se puede resumir en cinco proposiciones, como sigue:

1. El curso de la historia humana está fuertemente influido por el crecimiento de los conocimientos humanos. (La verdad de esta premisa tiene que ser admitida aún por los que ven nuestras ideas, incluidas nuestras ideas científicas, como el subproducto de un desarrollo material de cualquier clase que sea).

2. No podemos predecir, por métodos racionales o científicos el crecimiento futuro de nuestros conocimientos científicos. (Esta aserción puede ser probada lógicamente por consideraciones esbozadas más abajo).

3. No podemos por tanto predecir el curso futuro de la historia humana.

4. Esto significa que hemos de rechazar la posibilidad de una historia teórica; es decir, de una ciencia histórica y social de la misma naturaleza que la física teórica. No puede haber una teórica científica del desarrollo histórico que sirva de base para la predicción histórica.

5. La meta fundamental de los métodos historicistas (véanse las secciones 11 y 16 de este libro), está, por lo tanto, mal concebida; y el historicismo cae por su base.

El argumento no refuta, claro está, la posiblidad de toda clase de predicción social; por el contrario, es perfectamente compatible con la posibilidad de poner a prueba teorías sociológicas -por ejemplo teorías económicas- por medio de una predicción de que ciertos sucesos tendrán lugar bajo ciertas condiciones. Sólo refuta la posibilidad de predecir sucesos históricos en tanto que puedan ser influidos por el crecimiento de nuestros conocimientos.

El paso decisivo en este argumento es la proposición (2) creo que es convincente en si misma: si hay en realidad un crecimiento de los conocimientos humanos, no podemos anticipar hoy lo que sabremos sólo mañana. Esto, creo, es un razonamiento sólido, pero no equivale a una prueba lógica de la proposición. La prueba de (2) que he dado en las publicaciones mencionadas es complicada, y no me sorprendería de que se pudieran encontrar pruebas más simples. Mi prueba consiste en mostrar que ningún predictor científico -ya sea hombre o máquina- tiene la posibilidad de predecir por métodos científicos los propios resultados futuros. El intento de hacerlo sólo puede conseguir su resultado después de que el hecho haya tenido lugar, cuando ya es demasiado tarde para una predicción; pueden conseguir su resultado sólo después que la predicción se haya convertido en una retrodicción.

En este fragmento del prólogo del libro La miseria del historicismo, Popper resume la obra -en realidad, después de leer esto, poco queda que añadir-, y también su estilo: sobrio y formal como el método científico que promulgaba.