viernes, septiembre 01, 2006

El libro de arena, de Jorge Luis Borges


Comentemos al genio argentino. El libro de arena no es la colección de cuentos más brillante de Borges, inferior a El Aleph y a Ficciones -mi favorito-. Sin embargo, prácticamente todos los relatos borgianos* son casi infinitos, meras introducciones de obras mucho mayores que debe crear el lector; por ello cada hoja que sale de la pluma de Borges tiene un valor titánico: en ocasiones, en un solo cuento del ciego argentino encontramos mucho más contenido que en las obras completas de ciertos autores; nuestro escritor de hoy es la antítesis de esa enfermedad tan extendida del escribir sin tener nada que decir. A pesar de esta infinidad latente en los relatos, trataremos de hacer un esbozo de estos cuentos ya de por si esbozados:

En El otro, un Borges ya anciano nos cuenta su encuentro con un Borges que aún no ha llegado a las dos décadas. Resulta interesante la evolución del Borges lector (como, en su adolescencia, lee orgullosamente a Dostoievski) y del Borges ideólogo (en este relato queda particularmente claro su desprecio hacia la URSS, y el hastío que los años le han provocado hacia la "fraternidad universal"). Por supuesto, la "justificación" del encuentro es tremendamente borgesiana: el Borges viejo lo ha vivido en realidad; el joven tan sólo lo ha soñado. Apuntar el pequeño guiño que se hace al tema del alter ego presente en el cuento al mencionar la novela El doble.

Ulrica me parece el peor cuento de la colección; sin embargo, imagino que a algunos les puede aportar información para descifrar la vida sexual de Borges. Buen provecho, pues.

Parece que su autor consideraba El Congreso como el cuento más memorable del volumen. No soy de la misma opinión.

There are more things empieza con una dedicatoria a H.P. Lovecraft: con ello el cuento queda resumido. Apuntar que no es la primera vez que se encuentran reminiscencias lovecraftianas en Borges: recuerdo que el cuento Las ruinas circulares, de Ficciones, también me trajo a la memoria el rostro del de Providence.

Dentro de la literatura borgiana forman una categoría particular los relatos gnósticos: La secta de los Treinta es parte de ella.

La noche de los dones destaca por dos características: el gauchismo que a veces -y por sorpresa- encontramos en Borges y las múltiples voces de los narradores.

Tanto El espejo y la máscara como Undr tratan de un tema similar: una literatura que consta de una sola palabra monstruosa -lovecraftianamente, podriamos decir-. El primero es, en mi opinión, superior.

Utopía de un hombre que está cansado tiene muchas lecturas, y la política no es las menos justificada de ellas. El mundo descrito podría ser perfectamente la culminación del proyecto anarquista de Pessoa, hombre cansado por excelencia.

En El soborno, Borges juega con un rasgo psicológico bastante dostoievskiano: una búsqueda de la imparcialidad que sólo se da por saciada con el sacrificio.

Otra categoría clásica -quizás algun día intente hacer una clasificación de los cuentos de Borges en este blog- es la de los objetos paradójicos: El Aleph es el paradigma. Y aquí podemos encuadrar a El disco y al cuento que da su nombre al recopilatorio, El libro de arena.

*: Creo no ser el único que duda entre los términos borgiano y borgesiano. Aquí una breve explicación de porque el primero es el correcto.

1 comentario:

Marc Ambit dijo...

Fantástico Borges! Pero no he podido leer todavía este volumen que comentas, tan sólo el Aleph y Ficciones.
Me apunto tus sugerencias y voy a por él en la biblio del barrio :-)

Por cierto, buen blog, serio, subjetivo pero interesante, en definitiva, nada habitual de los blogs :-)
Ya tienes un lector más!

Salut!