miércoles, diciembre 27, 2006

Malas Calles, de Martin Scorsese

Y como me aburría decidí ver la obra maestra de Scorsese que me faltaba por ver. Taxi driver, Toro salvaje y Uno de los nuestros me habían parecido genialidades. Pero, antes de cualquiera de estas películas, la primera gran obra de Scorsese es Malas calles, que data de 1973, y es la primera ocasión en la que Robert De Niro colaboró con el director italo-americano: después llegarían Travis Bickle, Jack LaMotta o Max Cady, pero primero fue Johnny Boy.

Y es en torno a este personaje sobre el cual gira la película. Durante la mayor parte seguimos las acciones de Charlie Cappa (un excepcional Harvey Keitel), pero cuando Johnny Boy entra en acción sentimos que algo especial ocurre en pantalla, que los mecanismos argumentales del film se aceleran. De Niro interpreta a un demente, pero uno muy diferente al de Taxi Driver: mientras que Travis Bickle es un depresivo, Johnny Boy es un maniaco derrochador, capaz de encaramarse a un tejado para dispararle a la luz del Empire State o gastarse el poco dinero que lleva encima aún arriesgándose a que le maten por una infinita cantidad de deudas no pagadas. También hay que destacar a Richard Romanus como Michael Longo, el mafioso amigo de Charlie al que Johnny le debe dinero, y que precipita el final del film.

Sin embargo, Malas calles no me ha parecido una película al nivel de las tres de las que hablaba al principio. Es poco sobria (Scorsese fue ganando sobriedad con el tiempo, cosa que se nota mucho en Uno de los nuestros o en la reciente Infiltrados), y, sin dar mala impresión, a la pareja Harvey Keitel-Robert De Niro les falta algo de química para convertir a la película en una de las grandes de Scorsese.

1 comentario:

Auggie Wren dijo...

Perdona, pero tu crítica de esta obra maestra falla en bastantes aspectos.
Para empezar, el personaje protagonista no es ni mucho menos Johnny Boy, sino Charlie, personaje que aúna las mayores obsesiones del joven Scorsese.
Segundo, la sobriedad de la que hablas no tendría cabida en una película que trata sobre una pandilla de jóvenes.
Finalmente, rozas la herejía cuando afirmas la falta de química entre la pareja protagonista. No sé si sabes que la mayor parte de sus diálogos tienen más de improvisados que de guión.
En resumen, en mi opinión "Malas calles" si es una obra maestra por derecho propio.