A pesar de que la campaña de Nixon había sido conservadora, su gobierno fue liberal. Durante el mandato, se crearon los principales organismos del gobierno federal en defensa del medio ambiente -que las posteriores administraciones republicanas intentaron eliminar- y se lograron históricos acuerdos con el bloque comunista, especialmente con China, "templando" la Guerra Fría. Aunque estas medidas estaban muy alejadas de las que los conservadores deseaban, dos circunstancias les obligaban a seguir apoyando al presidente -a diferencia de lo que harían con un futuro presidente republicano, Bush padre-: por una parte, las dos cámaras durante todos los años de la presidencia Nixon estuvieron en el poder de los demócratas, y por la otra, el rival que presentaron los demócratas para evitar la reelección de Nixon en 1972 era absolutamente inaceptable para los conservadores: George McGovern, probablemente el presidenciable más izquierdista de todo el siglo XX -y no digo de toda la historia porque no lo puedo asegurar, pero vamos-; entre otras polémicas medidas, McGovern proponía frenar la Guerra Fría mediante un desarme unilateral. Sería interesante analizar por qué los demócratas eligieron un candidato así... ¿quizás creyeron que la derrota del 68 había sido únicamente producto de la división del partido y que la coalición del New Deal aún podría continuar funcionando sin sus socios del Sur?
Así, Nixon simplemente arrasó en las elecciones de 1972: McGovern sólo se llevaría un estado (Massachusetts) y el distrito de Rhode Island. La derrota fue apabullante, y demostraba que, definitivamente, los demócratas habían perdido la iniciativa política. Sin embargo, ya había empezado el largo proceso que llevaría a la caída de Richard Nixon.
La misma noche de 1972 en la que el presidente Nixon firmaba unos históricos acuerdos de desarme en Moscú, un grupo de individuos era detenido asaltando el cuartel general demócrata en el edificio Watergate. En un principio nadie consideraba posible que el presidente estuviera enredado en ello -McGovern lo utilizó como munición electoral, pero sin demasiado entusiasmo- pero, poco a poco, el cerco fue cerrándose en torno al Despacho Oval. Nixon, tratando de salvarse, fue descabalgando a sus colaboradores -algunos de los cuales acabaron en la cárcel-; algunos estaban directamente implicados en el Watergate; otros, como el vicepresidente Spiro Agnew, fueron obligados a dimitir -de hecho, Agnew afirma haber sido amenazado de muerte- para dar carnaza a la prensa*. Sin embargo, el golpe fatal a Tricky Dick se lo dió su propia paranoya: se descubrió que Nixon grababa todas las conversaciones del Despacho Oval, y el Tribunal Supremo le obligó a entregarlas. Nixon se negó. Así, la sensación de que el presidente era un criminal que utilizaba sus poderes para escaparse la justicia se extendió entre la mayoría de los americanos, incluidos los propios republicanos.
Finalmente, ante la masiva presión de los medios, Nixon tuvo que entregar las cintas; pero, curiosamente, faltaban 18 minutos y medio de conversación, que, supuestamente, habían quedado dañados. Aún así, las cintas resultaron ser sumamente jugosas: además de presentar a un Nixon grosero y malhablado -de ahí parte la parodia de Futurama- en la conversación que popularmente se ha llamado "the smoking gun" (la pistola humeante), el Presidente de los Estados Unidos ordenaba a un miembro de su administración que hablara con el director de la CIA con el objetivo de frenar la investigación del Watergate que llevaba el FBI. Después de eso, todo apoyo político que le pudiera quedar a Nixon, simplemente se evaporó.
Terriblemente acosado y sin apoyos, Nixon tuvo que dimitir, aunque ya sólo fuera para evitar el bochorno de ser detenido en la Casa Blanca. Le sucedió el vicepresidente Ford, que se convertía en el primer jefe de Estado de los EEUU que no había sido elegido ni como presidente (alcanzó la presidencia por la dimisión de Nixon), ni como vicepresidente (alcanzó la vicepresidencia por la dimisión de Agnew).
Aunque Nixon se había retirado de Vietnam, Ford hederaba una lamentable situación económica, con una alarmante inflación que los gurús del keynesianismo se veían incapaces de explicar. Durante su presidencia se adoptó una de las medidas más absurdas de la historia de la economía política: la campaña WIN ("Whip Inflation Now", Abatid la Inflación Ahora). Con ella se pretendía impulsar el ahorro de los particulares, y por ello se regalaron objetos de merchandising, como chapas. Lo único que se consiguió es hacer un ridículo espantoso.
Pero hubo algo que dañó aún más a Ford que la economía: Richard Nixon. Al cabo de un mes de haber asumido la presidencia, Ford utilizaba uno de los poderes presidenciales para otorgar a Nixon el perdón incondicional para cualquier crimen que hubiera cometido contra los Estados Unidos de América. Aunque toda la clase política suspiró aliviada al evitar un proceso que no sólo hubiera humillado al GOP, sino a todo el sistema, los ciudadanos estadounidenses, muy sensibles a este tipo de escándalos -quizás demasiado- tuvieron la impresión de que el Partido Republicano se protegía a si mismo.
Con semejante situación, es normal que el pobre Ford lo tuviera francamente mal antes de empezar la campaña, que ya había comenzado mal cuando ganó por una diferencia mínima al ex-gobernador de California Ronald Reagan (1180 delegados a 1070). En los primeros sondeos, el candidato demócrata Jimmy Carter le sacaba 30 puntos. Sin embargo, Carter era un candidato sumamente débil, elegido por un Partido Demócrata que aún continuaba embarullado en sus conflictos internos. Si un político relativamente desconocido como Carter pudo ganar las primarias demócratas fue porque los delegados querían presentar a un candidato que estuviera fuera del mainstream polico, cuya imagen estaba seriamente dañada después del Watergate. Aún así, Ford protagonizó una remontada espectacular, que le llevó a estar un punto por encima de Carter en algunos sondeos del mismo día de las elecciones; pero, finalmente, el gobernador de Georgia logró un 50% de los votos y 297 delegados, por un 48% y 240 delegados de Gerald Ford. Los demócratas volvían a la Casa Blanca, y después del Watergate y la forma en la que Ford protegió a Nixon, parecía que iban a recuperar la hegemonía.
La administración Cater iba a ser la última del periodo "liberal" que se había iniciado con el New Deal. Con Carter la economía continuaría mal: los demócratas estaban, por ciscurso, en contra de la reducción del gasto público y, off the record, tampoco podían subir los impuestos -los republicanos estaban en la misma situación, pero con los motivos invertidos-. Pero, aún más que la economía, lo que destruyó a Carter fueron los "nuevos" valores americanos. A pesar de ser el primer presidente del sur profundo desde la Guerra Civil, su imagen era la de un gobernante sumamente débil: dicho en términos actuales, Carter no pasaba el test de "commander in chief".
Existe una pequeña anécdota relativa al final del mandato de Carter que resume muy bien cómo trataron los medios conservadores al presidente demócrata. Podriamos llamarla "el ataque del conejo asesino". Jimmy Carter estaba pescando tranquilamente en su ciudad natal (Plains, en Georgia) cuando, repentinamente, un conejo se le acercó nadando (un conejo nadando!!!) y trató de abordar la barca del presidente, obligando al pobre Carter a defenderse con un remo. Desgraciadamente para los demócratas, aquel año se había estrenado la película "Tiburón", y se pueden ustedes imaginar: a partir de ahí, el summum del cachondeo. Mientras el Washington Post titulaba "PRESIDENT ATTACKED BY RABBIT" y publicaba una caricatura en primera plana, otros apuntaban que Carter había pedido disculpas a la Asociación de Amigos del Conejo, por agredir al animal. En esto último parece que la imagen de Carter era similar a la de ZP cuando aún era "Bambi". Además, también me parece muy significativo del cambio en los medios que se había producido durante los años de Nixon: antes la prensa conservadora no hubiera podido ridiculizar de esta manera tan avasalladora a un presidente demócrata.
Todo esto se evidenció con la crisis de los rehenes de Irán, que duró más de un año, y acabó precisamente una hora después de que el sucesor de Carter tomará posesión del cargo. Así, por el camino, la crisis había acabado con la presidencia de Jimmy Carter.
*: Agnew no dimitió por el Watergate, sino por una acusación de evasión de impuestos.
3 comentarios:
La nominación de George McGovern en 1972 se explica en als reformas emrpendidas en la dinámica interna del procesod e selección demócrata a partir de 1968.
McGovern fue uno de los impulsores de esas reformas que buscaban restar pdoer a los barones del partido, en favor del voto popular de las primarias. Así en 1972 supo aprovecharse de su conocimiento del proceso para hacerse con la nominación. El favorito era el Senador Ed Muskie, de Maine.
El fracaso de McGovern se debe a que alejó aún más al Partido demócrata de su base natural, el trabajador blanco. McGovern representaba más a generaciones jóvenes que habían vivido en la comodidad y que no habían pasado las penurias de épcoas anteriores. Personas que se declaraban progresistas por una cuestión de ideales más que de intereses. Era una plataforma alejada de la realidad, que hizo mucho daño al partido de allí en adelante.
La elección de Jimmy Carter ha sido uno de los episodios más sorprendentes de la historia política americana del siglo XX. Cómo un gobernador sureño, de un sólo mandato, desconocido a nivel nacional, y sin el apoyo de peces gordos, logró poner en marcha una campaña viable y llegar hasta el final. Y eso que los grupos de interés de la izquierda se oponían ferozmente a su nominación. Incluso, cuando ya estaba ganando muchas primarias, se intentó poner en marchaa un movimiento llamado ABC (Anybody But Carter). Fracasó porque el voto liberal se dividió entre muchos candidatos, Birch Bayh, Frank Church, Mo Udall... y Carter se aprovechó de ello. Aunque luego le encajaron a Mondale en el ticket.
Su presidencia fracasó por varias razones. Entre ellas las dos recesiones. Pero otro de los motivos es que no supo integrarse en Washington. La mayoría de sus asesores eran jóvenes de Georgia, y con ellos quiso implantar una nueva manera de hacer política, cumpliendo con lo que había prometido. Por ejemplo, se negó a nombrar un jefe de gabinete, no se relacionó demasiado con el establishment de la capital, los medios de comunicación tenían poco acceso a él ya que no conocían a sus ecretario de prensa Jody Powell... gobernó con un congreso controlado por los demócratas, pero no fue capaz de imponerse a ese congreso. Tuvo bastantes dificultades con el Speaker Tip O'Neal, político veterano que ya llevaba muchos años en Washington DC... de alguna manera muchos lo boicotearon porque no lo veían como uno de ellos.
Por cierto, un dato curioso, Carter ha sido el último presidente demócrata en lograr más del 50% del voto en unas elecciones. Dato significativo. Mondale en 1984 41% me parece. Dukakis en 1988 46%, Clinton 1992 43%, Clinton 1996 49%, Gore 2000 49%, Kerry 2004 48%...
Pobre Jimmy carter...
Por cierto, me acabo de acordar de un diálogo de Goodmorning vietnam en el que dicen:
El Ex VP es un cabronazo integral...
Hablando de Nixon claro...
creo que lo define muy bien
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