No me gusta el cine político. Siempre he creído que este tipo de películas se cubren de un halo de actualidad, que dificulta su valoración como obras de arte. Además, resulta complicado, casi imposible diría yo, hacer una película política sin que ésta se convierta en un intento del director de adoctrinar a su público. A esto hay que añadirle que el espectador no tiene porqué mantenerse neutral, y tiende a apreciar más las películas de su cuerda que las de la contraria. Para este problema sólo existe una solución: escapar de la política del día a día para entrar en el terreno de la metáfora. Manderlay es un buen ejemplo de película indirecta y tremendamente política, que, precisamente, trata sobre el mismo tema que la que nos ocupa hoy. El resto de cine político requiere años, o décadas, para ser valorado en su justa medida: hoy ya podemos afirmar que El acorazado Potemkin o El triunfo de la voluntad son obras maestras.
En cuanto a su película, Brian de Palma ha querido ir directamente al grano: Redacted constituye un derechazo directo a la mandíbula de la ocupación de Irak. Es, como todas las buenas películas políticas que -en mi opinión- se equivocan en el concepto, una película difícil de ver, torturosa, casi dolorosa. Los personajes son más bien arquetipos que auténticos seres humanos con una verdadera complejidad psicológica: otra ofrenda sacrificada al gran ídolo del Impacto sobre el Espectador. Me temo que esa es una de las definiciones de "película tramposa".
El argumento de Redacted es muy simple: un grupo de soldados americanos violan y asesinan a una adolescente iraquí, además de masacrar a toda su familia. Es básicamente el mismo argumento que De Palma ya había dirigido en Corazones de Hierro, película de 1989 ambientada en el Vietnam, y que en ambas ocasiones se basaba en un hecho real. A pesar del evidente parecido entre ambas, hay una diferencia vital, tratándose de cine político: mientras que Corazones de Hierro llegaba 15 años después del final del conflicto y cuando éste ya había sido visitado y revisitado por otros autores (Apocalypse now, Platoon, La chaqueta metálica...), Redacted se estrena cuando la guerra de Irak sigue en marcha y sin apenas ninguna película que haya intentado acercarse a ella. Desde luego, en cuanto a oportunidad supera en mucho a su antecesora.
Hay otro factor que tener en cuenta cuando visionamos Redacted: para aumentar la sensación de inmediatez, de estar ante algo que está ocurriendo ahora mismo, De Palma intenta utilizar diferentes fuentes de imágenes para montar la película: así, empezamos con el vídeo-diario de un soldado americano, para pasar a un documental francés ambientado con música clásica, y continuando con apariciones del omnímodo Youtube. Impacto emocional + Experimentación = Lars von Trier? No, amigos, no. A De Palma la experimentación le incomoda, y poco tarda en librarse de ella para volver al terreno donde se siente seguro: la narracción pura y dura.
Así, Redacted es una película no tan importante en el plano artístico, en el que tiene sus desmanes y suena a algo ya visto, como en el político: incomoda, y mucho, en Estados Unidos.
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