viernes, mayo 12, 2006

Imposturas intelectuales, de Jean Bricmont i Alan Sokal


Para comprender la polémica que ha desatado Imposturas intelectuales es obligado por mi parte hacer una referencia al llamado affair Sokal: Alan Sokal (a la derecha del post), profesor de física en la Universidad de Nueva York, publicó en la revista Social Text un artículo con el título siguiente: "Transgredir las fronteras: hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica". El artículo presenta un constructivismo social radical, afirmando que la propia realidad es una construcción social; además, utiliza para defender su postura citas de diferentes autores considerados posmodernos, entre ellos Derrida, Lacan o Irigaray. Poco despúes el propio Sokal admitió que se trataba de una parodia. Se pueden imaginar ustedes el pitote que se montó: al pobre Alan le cayó una buena.

Precisamente para responder las críticas vertidas contra él, se escribió este Imposturas intelectuales. Alan Sokal, con la colaboración del también físico Jean Bricmont, analizan diferentes textos de autores posmodernos, mostrando como bajo una capa de términos científicos, se esconde la más completa nada: en ocasiones lo que dicen no tiene sentido, y en otras sólo lo tendría como metáfora. Para muestra, un botón:

"Es así como el órgano eréctil viene a simbolizar el lugar del goce, no en sí mismo, ni siquiera en forma de imagen, sino como parte que falta de la imagen deseada: de ahí que sea el equivalente de sqr(-1) del significado obtenido más arriba, del goce que restituye, a través del coeficiente de su enunciado, a la función de falta de significante: (-1)"
("Posición del inconsciente", en Ecrits, 2 - Jacques Lacan)
"El hecho de que las mujeres se hayan sentido tan amenazadas por el accidente de Chernobil tiene sus orígenes en esa relación irreductible que existe entre sus cuerpos y el universo" (Luce Irigaray)
Destacan también en el libro unos apuntes epistemológicos, apuntando que el actual caxondeo epistemológico puede venir probablemente como una respuesta a Karl Popper, que en opinión de los autores, aunque su intención era buena, trató de sistematizar demasiado la ciencia, provocando que sus críticos, especialmente Feyerabend, trataran de eliminar todo el prestigio del método científico buscando un anarquismo epistemológico. El libro finaliza con un llamamiento a la izquierda -con la que ambos autores se identifican- para que deje atrás los prejuicios que tiene hacia la aceptación de una verdad objetiva -probablemente derivados del intento de imposición de unas reglas morales como objetivas en el pasado- y utilice la ciencia para ayudar a los más desfavorecidos, que debe ser el auténtico objetivo de la izquierda.

Un gran resumen del libro -bastante más extenso que éste- lo encontrarán aquí: Imposturas intelectuales -Recensión de la obra de A. Sokal y J. Bricmont.

Nota: Aún se pueden encontrar algunos artículos impenitentes que comentan el artículo de Sokal como si fuera "serio". Aquí tienen un ejemplo: Texto sobre Transgredir las fronteras: hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica.

1 comentario:

Bouba dijo...

Puff, lástima que no puedo recuperar un post del foro donde puse diversas citas.

Lo de Lacan tiene gracia, pero lo verdaderamente escandalizador de Irigaray es lo que dice de la equación de Einstein. Ha sido de las cosas que me han dejado más trastornado.

slds